EUROPA
PRESS
26 enero
2017
Las reacciones bioquímicas que causan la enfermedad de Alzheimer
podrían comenzar en el útero o justo después del nacimiento si el feto o el
recién nacido no recibe suficiente vitamina A, según revela una nueva
investigación de la Universidad de Columbia Británica, en Canadá.
Estos
hallazgos, basados en estudios de ratones genéticamente modificados y
publicados en 'Acta Neuropathologica', también
demuestran que los suplementos dados a los recién nacidos con bajos niveles de
vitamina A podrían ser eficaces para frenar esta patología cerebral
degenerativa.
"Nuestro
estudio demuestra claramente que la deficiencia marginal de vitamina A, incluso
en el embarazo, tiene un efecto perjudicial sobre el desarrollo del cerebro y
un efecto duradero que puede facilitar la enfermedad de Alzheimer en la vida
posterior", resume el doctor Weihong Song, profesor de Psiquiatría y catedrático de
investigación sobre la enfermedad de Alzheimer.
Para esta
investigación, Song se basó en estudios previos que
han relacionado los bajos niveles de vitamina A con deterioros cognitivos. En
colaboración con el doctor Tingyu Li y otros expertos
del Hospital Infantil de la Universidad Médica de Chongqing, en China,
examinaron los efectos de la privación de vitamina A en el útero y la infancia
en ratones modelo de Alzheimer. Estas primeras etapas del desarrollo son
periodos cruciales durante los cuales el tejido cerebral se
"programa" para el resto de la vida de una persona.
Los
investigadores detectaron que incluso una deficiencia leve de vitamina A
aumentó la producción de beta-amiloide, la proteína
que forma placas que ahogan y matan a las neuronas en la enfermedad de
Alzheimer. También encontraron que estos ratones, cuando carecen de vitamina A,
desempeñaron peor cuando fueron adultos una prueba estándar de aprendizaje y
memoria.
Incluso
cuando a los ratones privados de vitamina A en el útero se les dio una dieta
normal cuando eran crías, realizaron peor la prueba que los roedores que
recibieron una cantidad normal de nutrientes en el útero, pero fueron privados
de ellos después del nacimiento. En otras palabras, el daño ya se había hecho
en el útero.
Un posible beneficio de los suplementos de
vitamina A
Sin embargo,
Song y sus colaboradores también vieron que es
posible revertir este daño: los ratones que se vieron privados de la vitamina A
en el útero pero luego recibieron suplementos inmediatamente después del parto,
hicieron mejor las pruebas que los animales a los que no se les dieron esos
suplementos. "En algunos casos, proporcionar suplementos a los ratones
modelo de la enfermedad de Alzheimer recién nacidos pudo reducir el nivel beta amiloide y mejorar el aprendizaje y los déficit de memoria
--describe Song--. Es cuestión de cuanto antes,
mejor".
El
estudio también incluyó nuevas pruebas en seres humanos sobre la conexión de la
vitamina A-demencia en la vejez. En un examen de 330 personas mayores en
Chongqing, Song y sus colaboradores encontraron que
el 75 por ciento de aquellos con deficiencia de vitamina A leve o significativa
presentaban deterioro cognitivo, en comparación con el 47 por ciento de
aquellos con niveles normales de vitamina A.
Sin
embargo, Song advierte contra la posibilidad de
reaccionar de forma exagerada a esta noticia. La deficiencia de vitamina A,
aunque común en muchas regiones de bajos ingresos del mundo, es rara en zonas
como América del Norte, y la ingesta excesiva de nutrientes podría ser
perjudicial. En particular, las mujeres embarazadas no deben tomar suplementos
excesivos de vitamina A, sino que la mejor manera de asegurar niveles adecuados
del nutriente es llevar una dieta equilibrada, según estos expertos.